HISTORIA DEL SURGIMIENTO DE LA IDEA DE LA COMPUTACIÓN CUÁNTICA



PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DE
COMPUTACIÓN CUÁNTICA

Hacia el inicio de la década de los 60, Rolf Landauer comenzó a preguntarse si las leyes físicas imponían algunas limitaciones al proceso de cómputo. En concreto se interesó sobre el origen del calor disipado por los ordenadores y se preguntó si este calor era algo inherente a las leyes de la física o se debía a la falta de eficiencia de la tecnología disponible.  

La Evolución de la Computación Cuántica

 Las ideas esenciales de la computación  cuántica surgieron en los primeros años de la década de 1980 de la mente de Paul Benioff que trabajaba con ordenadores tradicionales  (máquinas de Turing) a los que hacía operar con algunos de los principios fundamentales  de la mecánica cuántica. Entre 1981 y 1982 Richard Feynman proponía el uso de fenómenos cuánticos para realizar cálculos computacionales y exponía que, dada su naturaleza, algunos cálculos de gran complejidad se realizarían  más rápidamente en un ordenador cuántico. En 1985 David Deutsch describió el primer computador  cuántico  universal, capaz de simular  cualquier otro computador cuántico (principio de Church-Turing  ampliado). De este modo surgió la idea de que un computador cuántico podría ejecutar diferentes algoritmos cuánticos.
A lo largo de los años 90  la teoría empezó  a plasmarse  en la práctica, y  aparecen los primeros  algoritmos  cuánticos, las primeras aplicaciones cuánticas y las primeras máquinas capaces de realizar cálculos cuánticos. En 1993 Dan Simon demostraba la ventaja que tendría un computador cuántico frente a uno tradicional al comparar el modelo de probabilidad  clásica con el modelo cuántico. Sus  ideas  sirvieron como base  para el desarrollo de algunos algoritmos de auténtico interés práctico, como el de Shor. También en 1993, Charles Benett descubre el tele-transporte cuántico, que abre una nueva vía de investigación hacia el desarrollo de comunicaciones cuánticas.  

 Entre 1994 y 1995 Peter Shor definió el algoritmo que lleva su nombre y que permite calcular los factores primos de números a una velocidad  mucho mayor  que en cualquier computador tradicional. Además su algoritmo permitiría romper muchos de los sistemas de criptografía  utilizados  actualmente. Su algoritmo sirvió para demostrar  a una gran parte de la comunidad científica,  que observaba incrédula las posibilidades de la computación  cuántica,  que se trataba de un campo de investigación con un gran potencial. Además, un año más tarde, propuso un sistema de corrección  de errores en el cálculo cuántico.

En 1998 nació la primera máquina de 2-qubits, que fue presentada en la Universidad de Berkeley, California. Un año más tarde, en 1999, en los laboratorios  de IBM se diseñó la primera máquina de 3-qubits, que además fue capaz de ejecutar por primera vez el algoritmo  de búsqueda de Grover.

En el año 2000, de nuevo en IBM, se diseña un computador cuántico de 5qubits capaz de ejecutar un algoritmo  de búsqueda de orden que forma parte del algoritmo de Shor. Este algoritmo  se ejecutaba en un simple paso cuando en un computador tradicional  requería numerosas iteraciones. Ese mismo año, científicos  de Los Álamos anunciaron el desarrollo de un computador cuántico de 7-qubits. 


LA UNIDAD DE INFORMACIÓN CUÁNTICA


 Seguiremos nuestra discusión introduciendo ahora la unidad elemental de   información  utilizada  en   computación   cuántica.   Al   respecto, Benjamín  Schumacher  –un  físico  teórico  interesado  en  la  teoría cuántica de la información- descubrió, a finales del siglo XX, la forma de interpretar los estados cuánticos como información, y acuñó el término qubit. También descubrió una manera de comprimir la información en un estado y de almacenar la información en el número más pequeño de estados. Este planteamiento no es otra cosa que la analogía cuántica de la teoría de la información clásica de Shannon y, actualmente, se conoce como compresión de Schumacher.

El término qubit se  atribuye al artículo de Benjamín  Schumacher en el que describía una forma de comprimir la información  en un estado y de almacenar la información  en el número más pequeño de estados, que ahora se conoce como compresión de Schumacher. En el artículo, Schumacher indicó que el término se inventó como broma, por su semejanza fonética con cubit (codo, en inglés), durante una conversación con William Wootters. Posteriormente, por analogía al qubit, se denominó  ebit a la unidad para cuantificar entrelazamiento cuántico, y qutrit al análogo del qubit con tres, y no dos, estados cuánticos, representados convencionalmente  por: |0, |1 y |2 (kets cero, uno y dos). Para más dimensiones del espacio de Hilbert, o cuando se está generalizando  a “d” dimensiones, se habla de qudit.

Un qubit (del inglés quantum bit o bit cuántico) es un sistema cuántico con dos estados propios  y que puede ser manipulado  arbitrariamente.  Esto es, se trata de un  sistema que sólo puede ser  descrito correctamente mediante la mecánica cuántica, y solamente tiene dos estados bien distinguibles mediante medidas. También  se entiende por qubit la información que contiene ese   sistema cuántico de dos estados posibles. En esta acepción, el qubit es la unidad mínima y por lo tanto constitutiva  de la teoría de la información cuántica. Es  un   concepto fundamental para  la computación cuántica y para la criptografía cuántica, el análogo cuántico del bit en informática. Su importancia radica en que la  cantidad de información  contenida en un qubit, y, en particular, la forma en que esta información  puede ser manipulada, es fundamental   y cualitativamente diferente a la de un bit clásico. Hay operaciones lógicas, por ejemplo, que son posibles en un qubit y no en un bit.


 El concepto de qubit es abstracto y no lleva asociado un sistema físico concreto. En la práctica,  se han preparado diferentes  sistemas físicos que, en ciertas condiciones, pueden describirse como qubits o conjuntos de qubits. Los sistemas pueden ser de tamaño macroscópico -como una muestra de resonancia magnética nuclear o un circuito superconductor-, o microscópico -como un conjunto de iones suspendidos mediante campos eléctricos o los defectos cristalográficos  en el diamante-.
 Matemáticamente, un qubit puede describirse como un vector de módulo unidad en un espacio vectorial complejo bidimensional. Los dos estados básicos de un qubit son |0 y |1, que corresponden al 0 y 1 del bit clásico  (se pronuncian: ket cero y ket uno). Pero además, el qubit puede encontrarse en un estado de superposición cuántica, que es combinación  de esos  dos estados:
| = a |0 + b |1

 En esto es significativamente distinto al estado de un bit clásico, que puede tomar solamente los valores 0 o 1. Los valores representados por un qubit son de naturaleza continua. 

 Otra cuestión importante es el paralelismo cuántico, que es la posibilidad de representar simultáneamente los valores 0 y 1. Los algoritmos  cuánticos  que  operan  sobre  estados  de  superposición realizan  simultáneamente  las  operaciones  sobre  todas  las combinaciones de las entradas. En este "paralelismo cuántico" reside la potencia del cómputo cuántico.

 Una tercera característica importante es que múltiples qubits pueden presentarse en un estado de entrelazamiento cuántico. El entrelazamiento es una característica no local que permite que un sistema de  qubits  se  exprese  con  una  correlación más  alta que  la posible en sistemas clásicos. Un sistema de dos qubits entrelazados no puede descomponerse en factores independientes para cada uno de los qubits. Este estado puede utilizarse para realizar la teleportación cuántica. 

 Por último, cualquier sistema cuántico de dos niveles se puede utilizar para representar un qubit. Los sistemas de niveles múltiples se pueden utilizar también, si poseen dos estados que se puedan desemparejar con eficacia del resto (por ejemplo, el estado de tierra y el primer estado excitado de un oscilador no lineal). Hay varias opciones de este tipo de sistemas que se han puesto en práctica con éxito. Además, distintas implementaciones de qubits podrían emplearse juntas para construir un computador cuántico, de la misma forma que se hace en la computación clásica, en donde un bit puede representarse mediante el estado   de   un   transistor   en   una   memoria,   por   el   estado   de magnetización de un disco duro o por la transmisión de corriente en un cable. 

Elementos y Conceptos de la Computación 

Cuántica


Se ha argumentado que lo más curioso de la teoría de la información cuántica es el propio concepto de la información cuántica, representado habitualmente por el qubit, y que ésta ofrece una nueva perspectiva a la física, complementaria a la perspectiva geométrica. Es la analogía cuántica de la teoría de la información clásica de Shannon. En la física clásica ya se encontraban relaciones fuertes con la información, como en el caso de la entropía ilustrado por el demonio de Maxwell. En mecánica cuántica esta relación se amplía, y se encuentran resultados como el teorema de no clonación, que impide el copiado de un estado cuántico no conocido, con consecuencias profundas en computación cuántica pero también con una relación clara con el principio de indeterminación. En cualquier caso, vamos a tener que tratar, en mayor o profundidad, los siguientes aspectos:

      Registro cuántico: Varios qubits juntos forman un registro de qubits o registro cuántico. Las computadoras u ordenadores cuánticos ejecutan algoritmos cuánticos, tales como el algoritmo de Shor que descompone en factores un número N con una complejidad computacional menor en tiempo y en espacio, manipulando qubits mediante puertas cuánticas.

      Naturaleza analógica de los qubits: Ya se ha indicado una de las diferencias entre bit y qubit: un bit toma valores discretos mientras que los valores representados por un qubit son de naturaleza continua.  Sin embargo, esta característica podría replicarse con magnitudes continuas clásicas (longitudes, voltajes, etc.).

      Paralelismo cuántico: El paralelismo cuántico es la posibilidad de representar simultáneamente los valores 0 y 1. Los algoritmos cuánticos que operan sobre estados de superposición  realizan simultáneamente las operaciones sobre todas las combinaciones de las entradas. Por ejemplo, los dos qubits:

|

 representan simultáneamente las combinaciones 00, 01, 10 y 11. En este  "paralelismo  cuántico"  reside la potencia del cómputo cuántico. 

Trampa de iones o de átomos: Si se considera un ion atrapado en una trampa iónica y enfriado mediante láser, es posible considerar como un qubit al estado fundamental y uno de sus estados excitados electrónicos.  Se han llevado a cabo experimentos que muestran operaciones elementales de computación  en este tipo de sistemas, en los que la interacción de Coulomb  actúa como comunicación  entre qubits.


creado por Edwin Daniel Pineda Barahona

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